Jarramplas 2024. Pional (Cáceres)
Comprender la esencia de Jarramplas en Piornal es una experiencia única que debe vivirse en persona. Para los habitantes de Piornal, asumir el papel de Jarramplas es un honor máximo, con una lista de espera que se extiende hasta el año 2048. Jarramplas, una figura inefable con características animales, enfrenta el 19 y 20 de enero una lluvia implacable de nabos lanzados por locales y visitantes. Ser Jarramplas es un símbolo de orgullo y una experiencia inolvidable, donde debe resistir el ataque hasta el agotamiento.
Estos días marcan el centro de la fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional. En ella, San Sebastián y Jarramplas son los protagonistas; el primero es venerado y llevado en procesión, mientras que al segundo, vestido con un traje colorido y una máscara, se le castiga con el lanzamiento de nabos. Otros roles importantes son los mayordomos, quienes organizan y financian el evento, las mozas que cantan las Roscas, y los quintos, entre otros.
Jarramplas no es solo una festividad; es un símbolo de identidad y unidad para Piornal. Cada año, el Jarramplas local, con orgullo y vestido de colores, enfrenta un sacrificio físico extremo bajo una tormenta de nabos, en un acto de devoción por su pueblo.
El origen de Jarramplas, aunque asociado a las festividades de San Sebastián, se cree que tiene raíces paganas. La leyenda más aceptada describe a Jarramplas como un ladrón de ganado que es castigado públicamente por los vecinos de Piornal. Tradicionalmente, el Jarramplas pasea por el pueblo con una vistosa máscara con cuernos y un traje de cintas de colores, tocando un tamboril mientras soporta una incesante lluvia de nabos.
Curiosamente, en la noche del 19 al 20 de enero, los vecinos se congregan en la plaza de la iglesia esperando las campanadas de medianoche; luego, Jarramplas camina hacia atrás, tocando su tamboril con la cabeza descubierta.
La fiesta incluye varios rituales como la Petición de ofrendas para San Sebastián, la primera aparición de Jarramplas, el acto de vestir al Santo, y momentos de comensalidad como la degustación de Migas. La festividad culmina con la última salida de Jarramplas de la iglesia y el simbólico relevo para el próximo año, representando un ciclo ritual continuo. Este evento atrae a personas, prensa y medios de todo el mundo, consolidándose como una de las fiestas más emblemáticas de Extremadura y España.
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